Agustina sienta hoy al Barcelona en el banquillo

Agustina sienta hoy al Barcelona en el banquillo

Esta mañana a las 9,30 horas, en la Sala de Audiencias del Juzgado 33 de lo Social de Barcelona está prevista la vista que Agustina Vilalta de Dios ha interpuesto contra el FC Barcelona. Hasta aquí, nada nuevo en los tiempos que vivimos. Una empleada fija discontinua no está conforme con la indemnización de su despido y presenta su caso ante el juez.

Lo extraño del caso es que ésta es la única afectada por una serie de despidos que no ha aceptado las condiciones del club. No lo hace por dinero, pues entre la indemnización que le ofreció el club y la que ella considera justa, apenas median 3.000 euros, una cantidad que para un club que maneja un presupuesto de más de 400 millones es el chocolate del loro.

Aquí entran razones que van más allá del dinero y que vienen a resumir una manera de entender las entidades futbolísticas. Hasta hace muy poco, estos clubes trabajaban con una serie de trabajadores de confianza que poco a poco han ido desapareciendo para dejar su puesto a unos empleados contratados por empresas de trabajo temporal (ETT) que salen mucho más baratas a las corporaciones, aunque en contrapartida, ello suponga que se pierde el contacto entre trabajador y socio que durante tiempo se había ido labrando. Son los tiempos que corren, las empresas dejan de ser familiares para fijarse en los balances, aunque por el camino, se dejen los valores.

Lo más probable es que visto como están las cosas, ambas partes lleguen esta mañana a un acuerdo antes de que se celebre el juicio, pero no deja de llamar la atención que de un tiempo a esta parte, el Barcelona haya pasado a ser demandado por una serie cada vez mayor de trabajadores que han visto cómo se les jubila precipitadamente o se prescinde de sus servicios para que sus puestos los ocupen personas dependientes de empresas que gestionan trabajadores temporales.

Los tiempos y la crisis le cambian la cara a los clubes.