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Se pasa de la naturalidad a la tirantez

Se pasa de la naturalidad a la tirantez

Cuentan los compañeros que han viajado a Doha para cubrir el amistoso España-Uruguay que el contacto de los enviados con los internacionales es inexistente. No es un asunto baladí porque España ha conseguido su gesta de ganar Eurocopa, Mundial y Eurocopa en cuatro años con la mejor relación de la historia de la Selección entre técnicos y jugadores con la prensa. Se había probado de todo y casi siempre pasaba por un enfrentamiento entre periodistas y el seleccionador de turno en las fases finales. Con mal rollo no se había ganado y se probó lo contrario. En 2008 en Neustift todo cambió y la Selección ganó con una armonía emocionante entre informadores y técnicos y jugadores de La Roja. Continuó la naturalidad y el respeto en la relación en Potchefstroom y España alcanzó la cumbre del fútbol ganando el Mundial en Sudáfrica. Y en Polonia y Ucrania, con algún problemilla, ambas partes hicieron un esfuerzo para llevarse bien y se volvió a campeonar.

El oscurantismo y la tirantez empieza a ser ya una norma, no fomentada por el departamento de prensa de la Federación. La nueva fría o mala relación coincide con la llegada de María José Claramunt. La directora de la Selección, encima, va a acometer cambios en este departamento para moldearlo y manejarlo a su antojo como hace con todos los departamentos de la RFEF. Ayer se suspendió el acto en el que se iba a vender el Mundial 2022 de Catar. Lo suspendió la RFEF sin dar explicaciones y alimentando así las sospechas del Qatargate de France Football.

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