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Cesc, cada día es mejor

Cesc, cada día es mejor

Cesc suma partidos con la Selección como el que come pipas y cada día juega mejor. Con la progresión que lleva entrará en el club de los 100 (ayer disputó su partido 76) con una facilidad pasmosa, con la misma naturalidad con la que crea fútbol y pisa el área. Y seguirá participando y siendo protagonista de los éxitos de la Selección. Cesc marcó en la tanda ante Italia el penalti decisivo con el que dejamos atrás la maldición de los cuartos. Aquella noche de 2008 en Viena se inició la leyenda de La Roja. Le costó más convencer a Del Bosque que a Luis, pero, desde que le puso de falso nueve, ya es indiscutible para el salmantino.

El fútbol de Cesc no entra tan bien por los ojos como el del genio Iniesta o el de Von Karajan Xavi, con quienes ya comparte titularidad y a quienes, por cuestión de edad, sucederá en el Barça y en La Roja. Su juego es más bueno que bonito. Lo hace todo bien. Ayer se salió. Como Pedro, que con España se le hace más grande la portería.

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