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Algo ha cambiado en el atletismo

Algo ha cambiado en el atletismo

El atletismo de pista cubierta ha echado a andar. Lo hace casi en la clandestinidad. Sin apenas competiciones en España. A primeros de marzo son los Campeonatos de Europa, en Gotemburgo, y los atletas se ven obligados a buscar su puesta a punto en controles que organiza la Federación o en las reuniones que se celebran en el extranjero. Hay quien incluso se prueba al aire libre y consigue marcas relevantes. El caso es que ya hay dieciocho atletas con mínima para esos Europeos, donde los españoles encuentran una magnífica ocasión para destacar. Mínimas que ha fijado la propia Federación Española, porque la única restricción que pone la Europea es la de que no haya más de tres atletas de un mismo país por prueba.

Es responsabilidad, por tanto, de cada Federación el nivel competitivo que quiera presentar, nivel que en nuestro caso ha dejado mucho que desear últimamente. Esta vez se estrenan criterios. Odriozola ha nombrado un director técnico, Ramón Cid, y éste, de acuerdo con los responsables de los diferentes sectores, ha establecido unas marcas mínimas. Son unas marcas con cierta exigencia. No aseguran la medalla, pero parecen garantizar una actuación digna, sin eliminaciones a la primera, lo cual nos evitará la pésima imagen que dábamos. En los últimos campeonatos llevamos 35 atletas para un total de cuatro medallas. Este año, con unos criterios más ajustados, no se espera un equipo tan numeroso. Sería una señal de que algo está cambiando.

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