Tener en el Rico Pérez y en el Hércules a Pedro Ferrándiz es un verdadero honor. Volver a sentir de cerca a uno de mis profesores y reencontrarme con él después de muchos años sin vernos es muy especial. Para mí, es un orgullo hablar y reflexionar sobre don Pedro. Durante toda mi carrera siempre he presumido de tener grandes profesores cuando estudiaba la carrera de INEF en Madrid. En aquellos años, en la capital, Ferrándiz era el titular de baloncesto y no podría valorar lo que aprendí de él. Ha sido un espejo en el que mirarme durante toda mi aventura profesional. Pero no he sido el único. Pedro Ferrándiz ha sido un referente para el deporte nacional. Un ejemplo para todos y lo más importante: un adelantado a su tiempo. De hecho, muchos técnicos en la actualidad le siguen poniendo como ejemplo, pese a los años que han pasado. Su palmarés, laureado y grandioso, lo dice todo.

Por eso, insisto y digo en voz alta que compartir unos minutos con Pedro Ferrándiz supone una gran satisfacción porque ha sido uno de mis grandes ídolos deportivos. Jamás olvidaré sus hazañas y triunfos. Ahora es un orgullo que forme parte de la familia herculana, sobre todo en un momento complicado como el que vivimos. Tenerle como socio de honor nos tiene que servir para ser cada día mejores personas y profesionales y exigirnos cada vez más, como hace él. Mi admiración para un maestro.

Jesús Paredes es el preparador físico del Hércules y lo fue de la Selección campeona de Europa en 2008.