El supercampeón quedó eliminado a lo grande. Dando la talla y demostrando que no habían tirado la eliminatoria con la incorporación de hasta siete canteranos. Los rojiblancos deben lamentar su falta de acierto ante el gol, ya que en los dos partidos tuvieron ocasiones de todos los colores. Pero de la cita de ayer me quedo con Saúl. El canterano sigue demostrando mucho desparpajo y unas ganas tremendas de continuar progresando y creciendo. Fue el único que tuvo algo de claridad en los metros finales y la mayor alegría fue el jugadón de Adrián y el tanto que marcó Falcao.

Ése es el delantero por el que venimos suspirando toda la temporada en el Calderón. De todas formas no hay que rasgarse las vestiduras. Lo importante llega el próximo miércoles. La cita ante el Sevilla es trascendental, sin perder de vista la Champions. Este Atlético tiene hambre de Copa del Rey. Desde el doblete no la hemos conseguido y la afición está como loca por pelear por este título. Simeone sigue demostrando que su gente es más que fiable. Nunca entregan un partido. Siempre van a por todas. Así este proyecto en la Champions del año que viene puede dar mucho que hablar.