El Madrid dirimirá en una semana si la temporada será fantástica, aceptable o un fracaso absoluto. El mal papel en la Liga ha llevado a esta situación. Tan solo alcanzar la final de la Copa del Rey y seguir vivos en la Champions evitará que de aquí a junio el tiempo sea molto longo. Es momento, pues, de apretar los dientes, mantener la unidad, aparcar debates absurdos y centrarse en pos del objetivo que no es otro que eliminar al Barcelona y al Manchester United y demostrar que este equipo no está muerto y que sigue siendo el mejor del mundo. Como Dios aprieta pero no ahoga, no llegamos tan mal a esta semana. El equipo ha vuelto a jugar como la temporada pasada, incluso Kaká parece recuperado para la causa y la confianza de la afición es máxima.

Al mismo tiempo, el destino nos permite hundir el barco azulgrana que, tras la derrota por 2-0 en Milán, también tiene la sensación de jugarse la temporada en quince días. Una victoria madridista que enseñe el camino a los jugadores rossoneri, y el proyecto de los azulgrana quedará tan tocado que incluso pueden desangrarse en el campeonato de Liga. Se puede, claro que se puede. Así lo esperamos todos los madridistas de Cataluña y las más de cien peñas que el Real Madrid tiene en esta tierra. Mañana, todo el madridismo animará como una sola voz y empujará al equipo hacia la victoria y la gloria inmortal, que se verá acrecentada por el hundimiento del Barça tanto en la Copa del Rey como en la Champions League.