La Semana Blanca sigue su excitante curso natural. Martes 26-F: exhibición y repaso con 94.500 culés invitados para que pudieran degustar el true football (el fútbol verdadero). Messi estuvo tan interesado en el cursillo que se quedó quieto y muy atento a los alardes de Supermán Cristiano, a los recortes en seco de Di María (con roturas de cintura incluidas) y al máster de cómo defender con la elegancia de un cisne y la limpieza de una tonelada de lejía. Varane instruía mientras que vuestro Jordi Alba se incorporaba a la amplia y activa Escuela de Arte Dramático del Barça, en la que el catedrático es Alves y los 'profes' Busquets y Pedro.

Jueves 28-F: La columna acorazada del AS pernocta, forzada por esa nieve blanca y pura que cubrió mi tierra manchega, en Almansa. Junto a la tumba de Don Santiago Bernabéu, el artífice de la leyenda más grande jamás contada (el Madrid), mi amigo Pepe Jiménez, ejemplar y abnegado presidente de la peña del pueblo, nos enseñó los verdaderos valores de este club imperial: hospitalidad, solidaridad y compromiso. ¡GRACIAS!

Sábado 2-M: jugamos el Clásico con el Plan B. Suplentes de lujo en la mejor plantilla del mundo. Vosotros llegáis con vuestro Messi al frente (algún día volverá a chutar a portería, supongo) y nosotros dejamos a O Rei Cristiano descansando en la banda a la espera de soltarle en la segunda parte para que vuelva a temblar el mundo. Ya sé que nuestra cabeza está en Old Trafford. Pero Santi, no te confíes. Con nuestros Kaká, Pepe, Modric, Callejón y Morata somos capaces de haceros un agujero. El escudo del Madrid pesa mucho y os tenemos comida la moral.

Ganar hoy con los reservas aniquilaría vuestra autoestima, que ya se bate en retirada. El Barça fue una moda pasajera. El Imperio Vikingo ha vuelto. ¡Hala Madrid, espartanos!