El afán por distorsionar la realidad empieza a ser cargante para el madridismo militante. En este país tendemos a moralizar con el Madrid como si todo el orbe futbolístico fuese el espejo fiscalizador de cada uno de sus movimientos. Resulta que ganamos con grandeza en Old Trafford pese a sufrir un arbitraje cargante y provocador del turco Çakir (gol del United tras un fuera de juego de medio metro de Van Persie y penalti y expulsión de Rafael al limbo del olvido) y resulta que la lectura callejera y mediática (o sea, tertulias de bares y de micrófono incorporado) es que al Madrid le han vuelto a ayudar los arbitrajes por una roja abusiva a Nani.
Entrar con la plancha a metro y medio de altura impactando en el costillar de un rival es, como todo el mundo sabe, una acción liviana que apenas requiere una amarilla avisadora. Por supuesto, si Pepe entra con la plancha a Alves, pero ni siquiera le toca, hay que echarle por violento. Lástima que Mourinho, que en temas arbitrales siempre defendió al Madrid con uñas y dientes, se olvidase de la injusticia sufrida por el equipo que le paga y consolase a Ferguson y al propio Nani para rematar la ignominia diciendo que "ha perdido el mejor". Falso. Ganó el mejor, que es el Madrid, y fue gracias a Modric y a Cristiano que supieron sobreponerse a la caza del turco hacia los nuestros con decisiones que casi nos cuestan la eliminación.
En Barcelona y algunos antimadridistas confesos y reconocidos en la Meseta acusaban: "Invitad a Çakir a una mariscada. Vaya ayudita que os ha echado...". A esos mismos los llamé ayer y no me cogían el teléfono. Ni respondían a los mensajes siquiera. Normal. La vergüenza te hace taparte.
¡Fuera de juego!. El segundo gol de Messi ante el Milán más cobarde de la historia del club rossonero fue en un fuera de juego clamoroso. La cadena ITV inglesa desveló con una imagen espléndida, reproducida ayer por Cuatro, la posición adelantada de Messi cuando Iniesta le envió el balón. Nacho Tellado, arquitecto de Punto Pelota, sacó el punto de fuga para demostrar que el argentino estaba 32 centímetros en posición ilegal cuando el manchego se la pasó.
Fue el 2-0. Imagínense que al descanso se van 1-0 y el gol de Villa deja vivo el fantasma de la prórroga toda la segunda parte. Era otro partido, otra eliminatoria. Pero aquí no pasa nada. No es el Madrid. Es el Barça que juega tan 'bonito' y tan 'guay'. Tanto, tanto y tanto que llevan cinco asaltos consecutivos sin ser capaces de ganar un partido al Madrid de Mou. Eso sí, la roja de Nani fue un escándalo. ¡BASTA YA!
