La vuelta de Abidal ha sido una magnífica noticia para todos los aficionados al fútbol en general, pero sobre todo para los profesionales de la medicina, por tratarse del único caso en la literatura médica de vuelta a la competición profesional de un deportista, sometido a un transplante parcial de hígado. Hasta el momento, todo deportista sometido a un transplante había abandonado la competición por clara indicación médica y sólo se le permitía actividad física y deportiva de forma recreativa y no a nivel de competición y mucho menos a nivel profesional.

Hay que tener en cuenta que después de un transplante el paciente tiene que estar tomando medicación durante mucho tiempo, por no decir toda la vida, para evitar rechazos. Y esta medicación podía incidir de forma significativa en el rendimiento deportivo. Sin embargo, en la actualidad, los avances de la medicina, tanto a nivel de las técnicas quirúrgicas como de la industria farmacológica, han experimentado importantes avances que facilitan casos como el de Abidal. Estamos enormemente contentos y felices, pero a decir verdad, también expectantes de esta evolución en un futuro muy próximo. Y esta expectativa tiene su fundamento médico-científico.