Richi se hace hoy eterno

Richi se hace hoy eterno

Soñó en el Parque Aluche con ser portero. De Los Yébenes le fichó el Atleti e hizo carrera en la cantera. Con 18 años tenía condiciones para jugar en el primer equipo, pero entonces se llevaban los cancerberos veteranos (un lustro después se apostó por los imberbes Buffon y Casillas). Tras su cesión al Ávila, se convirtió en uno de los héroes del Doblete del 96 desde el banquillo. Mientras Molina se hacía mito colchonero, Richi esperó su turno quedando subcampeón de Segunda con el Madrileño del Camioncito Díaz, Gustavo, Tevenet o Baraja. Emigró a Valladolid y César se quedó un año cedido por el Madrid. Debía seguir esperando.

En la 2001-02, con 30 añitos, jugó su primera temporada completa en Primera. Se salió y le llamó Camacho para el Mundial de Japón y Corea y Ferguson le fichó para el Manchester United. De Pucela al Teatro de los Sueños, con un temporadón intermedio cedido en el Racing. En Pamplona se hizo ídolo y llegó a Champions con Osasuna. El chavalín de Campamento cuelga hoy los guantes en el Bernabéu. Y entra en la historia de la Liga como el meta más veterano de siempre. Ahora será entrenador. De los buenos.

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