La unidad del madridismo pasa por Casillas

La unidad del madridismo pasa por Casillas

Cambio. En los últimos tiempos, el madridismo ha cambiado. Mourinho le aportó una competitividad que estaba adormecida antes de su llegada. Denunció aquello que consideró oportuno e hizo las alineaciones en función de sus gustos o manías sin someterse al dictamen de la Prensa. Pero Mou dio un toque de atención a Casillas en forma de suplencia. Iker siempre había sido el intocable, el muchacho humilde de Móstoles, ese chaval que salvaba partidos, San Iker... Pero, algo ha cambiado.

Guerra. Iker y Mou provocaron un enfrentamiento público y privado que va más allá de la marcha del portugués. Los madridistas se han decantado por uno o por otro. No hay aficionados buenos o malos, que quede claro. Hay aficionados que creen a Mourinho y otros que apuestan por Casillas. La Prensa refleja bien a las claras ese enfrentamiento. El partido de España ante Italia fue un ejemplo de todo esto. Sus dos buenas paradas en la primera parte le convirtieron para muchos en “el salvador”. Otros, en cambio, detectaron cierta pasividad en el lanzamiento de penaltis.

Debate. Un partido de la Selección no debería convertirse en un debate sobre el portero pero así son las cosas. Mou puso a Diego López porque le dio la gana. Por la misma razón Del Bosque elige a Casillas. Al portugués se le machacó por ello. Al seleccionador se le jalea por lo mismo, poner a quien quiere en la Copa Confederaciones. Dos varas de medir que colocan a Iker en el centro de la escena.

Aviso. El debate que provocó la actuación del capitán de la selección el jueves en Brasil no es más que un aviso de lo que nos espera la próxima temporada en el Madrid. El Bernabéu se convertirá en un plebiscito sobre Casillas en cada encuentro. Mala cosa. Hay que olvidar los errores de unos y otros e intentar empezar de cero, sin rencor. El capitán del Madrid tiene mucho que decir. Sabe que hay quienes le culpan de la marcha de Mou. Otros, en cambio, se lo agradecen. Esa es la realidad. Casillas tiene que volver a recuperar esa imagen de tipo campechano y cercano que le hizo grande. Es listo, muy listo. La reconciliación pasa por su actitud generosa y abierta. Buscar un acercamiento con Arbeloa sería un buen primer paso...y Punto Pelota.

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