Guardiola es una herida en el Barça

Guardiola es una herida en el Barça

Guardiola es una herida por la que sangra el Barça. Me refiero al Barça de estos días, a quienes lo gobiernan, con Rosell a la cabeza. Aquella salida tuvo una apariencia de sucesión ordenada, en la que yo mismo creí, que no tenía nada que ver con la realidad. Luego resultó que Tito había sido comprometido con el desconocimiento de Guardiola, lo que para este tuvo que ser doloroso. Al cabo del tiempo, resulta evidente lo que hace algún tiempo empezó a decir Laporta: que Rosell, a fuerza de hacerle a él la contra, ha deshecho lo mejor que había construido el Barça en su historia.

Este grito de Guardiola es una fractura en el tiempo, que quedará ya para siempre como quedan las fallas geológicas. Una sacudida así no se esperaba. Guardiola se fue hace un año, ha pasado su tiempo sabático y vuelve ahora a otro destino. Si le han hecho de menos, podría haber mirado para otro lado. ¿A qué ha venido esta salida de pata de banco? Pues a que le han fastidiado mucho, con chinchorreos de todo orden, algunos públicos y otros indetectables para el gran público, pero que suelen ser los que más duelen. Y Guardiola es mucho Guardiola. Habrá un antes y un después tras estas declaraciones.

Un problema más para el Barça, que ha ido perdiendo el impulso que dejó Guardiola. Tito enfermó, Puyol saca bandera blanca, a Xavi cada vez le cuesta todo un poquito más... Lo que se perfila en el horizonte, con Neymar y quienes sean, será otra cosa. Aquel ciclo pasó. Y falta calma y una mano que me parece que Zubizarreta no tiene ni de lejos para la reconstrucción. Rosell se metió en un jardín arremetiendo contra Laporta y ahora aquellas olas que movió se vuelven contra él. Ya está más que distante de aquel gran Barça de los seis títulos. Ahora está enfrente. Muy mal lugar para iniciar la reconstrucción.