Ancelotti habló ayer en su comparecencia oficial de Bale, lo que viene a decir que ya lo podemos dar por hecho. Se trata sólo de pulir los flecos del contrato y de darle al Tottenham unos días para que presente los fichajes con que compensar a su afición (y a Villas-Boas) a fin de endulzar el trance. Que Ancelotti compareciera ayer con el nombre de Bale por delante no es baladí: mañana se juega el Gamper, donde el Barça presentará a Neymar junto a Messi. El fichaje de Bale se cruza en estos días en la presentación de la gran pareja culé, Messi-Neymar, a la que el Madrid opone la de Cristiano-Bale.

En esto Florentino es maestro: en el manejo de los tiempos y los medios. Todos los veranos gana. Luego, en primavera ya es otra cosa. Suelo recordar que desde que prescindió de Del Bosque sólo ha ganado una Liga en siete temporadas, y por supuesto ninguna Champions, y la gente se asombra. Su forma de manejar el dinero y los tiempos en verano realimenta su prestigio, a despecho de los insistentes fracasos en la primavera. El mejor ejemplo fue su retorno: el Barça acababa de ganarlo todo y él, con Cristiano, Benzema y Kaká, pareció sacarle del mapa. Luego, sí, pasó lo que pasó...

Bale, precio aparte, cuestión sobre la que hay mucho que discutir, es un jugador fenomenal. Impresionan su fuerza, su despliegue y su pierna izquierda. Puede mejorar en visión de juego, pero metido en el buen diseño que supongo logrará Ancelotti eso no deberá notarse demasiado. Su perfil gustará al Bernabéu y seguirá definiendo al Madrid como una alternativa, con más estatura, velocidad y vatios, al juego pausado y preciso del Barça, al que también creo que le irá como guante a la mano el fichaje de Neymar que, astuto, aprovecha cada oportunidad para hacerle la pelota a Messi. Por si acaso...