Las medallas están muy caras

Las medallas están muy caras

Lo demuestra que van seis récords mundiales, y los seis femeninos. Parecía que con la prohibición de los bañadores de poliuretano, que aumentaban la flotabilidad y disminuían la resistencia al agua, se habían acabado los récords, pero no es así. Y es curioso: mientras las plusmarcas de las atletas de los antiguos países del Este aún se mantienen vigentes, las de aquellas Krause, Anke, Schneider, Richter, Pollack, Ender, Otto, etc, están a muchos segundos de distancia de las actuales. Unas y otras se favorecían del mismo dopaje de estado, pero la natación ha evolucionado tanto que hoy se nada a ritmos desconocidos. Y en ellos anda metida nuestra Mireia. Con ya dos medallas al cuello, nada menos. Hoy va a intentar la tercera.

Ayer no hubo medalla para España en los Mundiales de natación. Nadaba Mireia Belmonte en los 800 libre, y fue quinta. Pudo ser una decepción, porque hace un año por estas fechas quedaba subcampeona olímpica en esa misma distancia. Pero ni las circunstancias, ni las rivales, ni la preparación, ni las pruebas, por tanto, son las mismas de un año a otro. Mireia ha nadado dos finales en las que se ha ido a récord del mundo, y en las dos se ha quedado a las puertas del podio. Mas hoy tendrá la oportunidad de despedirse de los campeonatos con una tercera medalla. Los 400 estilos se ajustan más a sus condiciones. Aunque hay que dejar claro que en estos campeonatos las medallas están siendo muy caras. Especialmente las de las mujeres.

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