Como en estos premios influyen mucho las simpatías, antipatías y modas pasajeras (así ganó Messi el Balón de Oro de 2010 pese a su estrepitoso fracaso en el Mundial de Sudáfrica), no me atrevo a vaticinar que en esta edición del Premio de la UEFA se vaya a impartir justicia. Pero en esta ocasión hay más motivos argumentados que nunca para profetizar que, si se aplica un rigor puramente futbolístico, el ganador será Cristiano. Ribéry es un candidato de relleno, metido con calzador en el podio para justificar el triplete del Bayern. Pero Ribéry sólo metió un gol en toda la Champions. Y fue el del 'deshonor' en un Bate Borisov 3, Bayern 1. ¡Y lo metió en el minuto 90!

Cristiano fue el Pichichi de la Champions, con una docena de goles con su firma que casi empujan a su equipo a la final de Londres. El Borussia lo evitó, pero el Madrid murió de pie y el portugués se dejó el alma en la vuelta del Bernabéu pese a jugar lesionado. Messi, sin embargo, estuvo missing en la semifinal con el Bayern y no pudo hacer nada para evitar el sonrojante 7-0 sufrido por su Barça ante el equipo de Heynckes. En Múnich jugó, por decir algo, pero ni la olió (4-0). En el Camp Nou se refugió en el banquillo y con el 0-3 decidió no saltar al campo ni un solo minuto...

Además, Cristiano se ha ganado esta temporada a la afición del Bernabéu con su solidaridad y su compañerismo. Y en los duelos directos con Messi, tanto en la semifinal de Copa como en la Liga, se comió literalmente al argentino. O sea, que o gana Cristiano o repetimos regalito.