España se renueva y sigue ganando

España se renueva y sigue ganando

España ganó en Ecuador con solvencia. Muy bien. Después de perder la final ante Brasil, este partido tenía algo de delicado. Claro que se puede perder un partido, contra quien sea, cuando sea y se trate del equipo del que se trate. Y más aún se puede perder ante Brasil y en Brasil. Pero cuando se trata de la selección campeona del mundo, y España lo es, y de la selección doblemente campeona de Europa, y España también lo es, cualquier derrota sabe muy ácida. Y ha sido muy bueno que el curso empiece con una victoria, a domicilio, y ante una selección de buen prestigio, como es la de Ecuador.

Se trataba de evitar que aquella derrota se nos secase encima y se consiguió. Además, en descanso de Xavi, vimos a Iniesta moverse por ahí, con Cazorla por delante, y Javi Martínez agitando su vigor de palmera saludable movida por el viento del fútbol. En ausencia del medio campo titular, España controló el partido en la cancha de una selección estimable, que tiene bastante cerca la clasificación para el Mundial y que se maneja con buenas nociones. El partido, además, sirvió para vestir de largo a Tello, la última gran aparición de nuestro fútbol. Para el tiempo que viene será muy importante, espero.

También salieron Iñigo Martínez y Koke, tres debutantes en total. Y Casillas cumplió su partido 149, lo que le deja a uno de un número redondo que coincide con los años que hace de la creación del fútbol tras una serie de reuniones en una taberna inglesa que aún queda en pie. Casillas sacó un balón venenosísimo al filo del descanso. Da gusto verle otra vez ahí, natural, ágil, activo, sin nubes en la mirada. Como da gusto, en general, ver a esta Selección que se va renovando sin estrépito, dando espacio a nuevas apariciones sin dejar sensación de descartes dramáticos. Y ganando partidos. Estupendo.