Empieza una Vuelta que se presenta emocionantísima. Por ciclistas y por recorrido. Con Purito, que ya tiene podios en las tres grandes pero al que le falta la victoria en una de ellas; con Valverde, quien ya ha cubierto el cupo de la mala suerte con la Vuelta del año pasado y el Tour de éste; con Nibali, un ciclista programado para convertirse en el sexto corredor en ganar las tres grandes; con los colombianos, que han hecho podio en el Giro y en el Tour. Es una combinación perfecta. Dos enormes y valientes ciclistas españoles que vienen de correr, y muy bien, el Tour para desmitificar eso de que no se pueden hacer las dos carreras seguidas. Enfrente, rivales extranjeros de categoría para que no nos quedemos indiferentes cuando la lucha sea cara a cara.

Y ahora el recorrido. Un recorrido tremendo. Para auténticos machos, como ya sucedió el año pasado. Un recorrido que nos deparó la mejor Vuelta que se recuerda. Por eso ésta es la Vuelta de los machos en su segunda versión. Mejorada, además. Trepidante desde el primer día. Hoy, una crono por equipos sobre un trazado diabólico; mañana, final en un puerto de primera; pasado, en uno de tercera; el martes, subida al muro de Ézaro y final en el faro de Fisterra, también en cuesta arriba. Metas todas ellas con bonificaciones. Para que los buenos no se escondan. ¿Por qué esperar a la segunda o tercera semana? Lucha desde el primer día. Después vendrán etapas colosales. Al final, el Angliru. Es la Vuelta. Nuestra Vuelta. Ciclismo auténtico. De machos.