La etapa reina no deparó nada importante porque los cinco mejores de la general se sometieron a un marcaje férreo. Purito estuvo muy agresivo, pero Nibali y Horner no le dieron oportunidad. El podio está ya casi cantado. Me parece imposible quitarle el triunfo a Nibali, que se está mostrando con más fuerza y confianza cada día. Quedan cuatro llegadas en alto, pero estas siempre favorecen al más fuerte. Horner también está muy bien, pero el italiano está igual o mejor. Creo que sólo una desgracia privaría a Nibali del triunfo en la Vuelta.

Y tampoco me parece tarea sencilla desplazar a Horner del segundo puesto. En ciclismo la lógica no existe, Valverde está a sólo 52 segundos y con las bonificaciones y un poco de distancia en las metas podría conseguirlo. Pero el estadounidense se está mostrando muy seguro, especialmente en las etapas de montaña. Y además tiene una ayuda muy importante en el croata Kiserlovski, que le está haciendo un gran trabajo. El problema es que Valverde y Purito llevan una temporada más dura que los otros dos. Y lo acusan.