Hoy será el décimo partido en Champions del jugador que el Madrid ha fichado para ganar la Décima. Pregunta: ¿estará a la altura Gareth Bale? Respuesta: ¿por qué no lo va estar? Lo único en su contra podría ser el peso de ser el jugador más caro de la historia, o el segundo más caro, según qué versión uno elija creer. Pero ya se quitó parte de esa losa de encima con el gol que marcó en su debut el sábado y otra parte se la quitó el club el día siguiente al anunciar que Cristiano será el futbolista mejor pagado del mundo. Cueste Bale lo que haya costado cualquier nerviosismo que haya provocado su llegada en el portugués se ha dirimido con la constancia de que él, Cristiano, es el macho alfa de la manada. Así lo entiende Bale y así lo entienden todos. Ahora el galés goza de la paz interior de saber que las expectativas más altas del club y de su afición no recaen sobre él. Puede ir a lo suyo con menos presión de la que se encontró al llegar, teniendo bien claro que su papel no es el del solista, sino el de su acompañante. ¡Y menudo acompañante! Volveremos a insistir a lo largo de la temporada en su precio. Pasará un tiempo hasta que dejemos de medirlo según esos 91 o 101 millones que costó. Pero pongamos eso a un lado por una vez, que ya aburre bastante el tema.

Bale es uno de esos jugadores purasangre que te gana un partido por su cuenta, aunque su equipo esté mal. Y eso es absolutamente clave en un club que aspira a ganar un torneo como la Champions. Ya está Cristiano, claro, pero con Bale el Madrid expande por completo su artillería. Pocos jugadores hay en el mundo con un disparo más certero o más feroz. Se vio en el Tottenham una y otra vez la temporada pasada: de la nada, de repente, un gol. Pocos jugadores hay tampoco más veloces, más capaces de sembrar terror en defensas rivales. Su calidad se vio en su máxima expresión en un partido de Champions en el San Siro hace tres años contra el Inter. Con el espectacular hat-trick que marcó acabó aquel día con la reputación del brasileño Maicon, considerado hasta aquel momento el mejor en su posición del mundo. Como dijo su compañero de equipo ese día, el exmadridista Rafael van der Vaart, "Todo el mundo está asustado con Gareth. A Maicon lo mató". Bale, jugador de rugby en su infancia, no se va asustar ante un partido de Champions ya sea contra el Galatasaray, Juventus, Barcelona o Bayern. Sentirá un cosquilleo, porque jugar en esta competición de manera regular y altamente competitiva fue el motivo por el cual fichó por el Madrid, pero la ilusión de vestir la camiseta blanca en la máxima competición de clubes del mundo vencerá cualquier aprensión. El reto no le inhibirá; le estimulará. Apostar contra Bale sería un error. Mejor apuesta: que marque un gol determinante en cuartos, en semifinales o en la final de la Champions...