El mejor asistente del campeonato

El mejor asistente del campeonato

A pelota parada o con el balón en movimiento, Koke se ha convertido en un suministrador constante de peligro. Como si su fútbol estuviera programado por ordenador, deja enseguida vieja su última versión. Se mejora a sí mismo cada día con una actualización. Y no permite adivinar su techo. El derbi le hizo parecer todavía más grande, por juego y por carácter. Tiene 21 años y ya obliga a escribir su nombre al menos con las dos primeras letras en mayúsculas. Koke consiste básicamente en esconderle el balón al rival y presentárselo al compañero en óptimas condiciones, siempre muy cerca del gol. Es un mejorador de la circulación y un especialista del último pase. Con el que le regaló en el 0-1 a Diego Costa, un caramelo al espacio con el exterior del pie derecho, llega ya a las seis asistencias en lo que va de Liga, el mejor del campeonato. Pero en realidad entregó más.

Todas las ocasiones del Atlético ayer llevaron su decisiva intervención previa. La volea a la que no se atrevió Villa, el cabezazo picado de Miranda, la contra en largo para Costa, su mejor socio, del que descifra sus movimientos sin necesidad de levantar la ceja Minipantic  también se concedió ayer estrellar personalmente la pelota en el larguero tras un recorte sublime. No dejó esta vez la bandera rojiblanca sobre el círculo central, pero volvió a conquistar el Bernabéu. Como el 17 de mayo. El día que el Atlético volvió a mandar en la capital. Los complejos definitivamente se han ido.

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