¿Quién se lo ha permitido?

¿Quién se lo ha permitido?

No dudo ni por un momento de la categoría profesional de cada uno de los hombres de Ancelotti, pero es un caso sin precedentes en un club de élite rodearse de un elenco tan extenso de preparadores de casi todo, especialmente cuando la mitad de ellos no pertenecían a la disciplina del Madrid. Resulta un pésimo mensaje para la estructura técnica del club, donde parece no haber profesionales capaces de asumir ninguna de esas responsabilidades y donde, por cierto, han asistido atónitos a este auténtico desembarco. Es cierto que el míster podría argumentar que un solo ayudante de Mourinho, pongamos el caso de Rui Faria, cobraba más que seis de sus actuales colaboradores juntos, pero estéticamente chirría. No sólo por el número de colaboradores, sino por la presencia de los hijos del míster y del preparador físico.

Claro que Ancelotti debe pensar que esto es jauja, porque si en el club nadie es capaz de poner límites a sus peticiones o de pararle los pies, lo lógico es que entienda que él no ha sobrepasado ni siquiera el límite del decoro. Es lo que tiene no saber a ciencia cierta quién toma las decisiones finales en la parcela deportiva del Real Madrid. ¿Quién se lo ha permitido al italiano?

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