Permítanme que esta columna de hoy se la dedique exclusivamente a Ana Carrasco. No cabe duda de que el de ayer es ya un día inolvidable para ella, pero también lo es para el motociclismo español, porque se ha convertido en la primera piloto española con puntos en el Campeonato del Mundo y se merece todo nuestro reconocimiento. Además, lo ha conseguido en una carrera complicadísima, rodando en un grupo muy amplio de siete pilotos, y ha sido una competición muy dura físicamente, lo que demuestra que no por ser mujer se encuentra en inferioridad de condiciones con respecto a los hombres. Anita compitió con 35º C y un 90 por ciento de humedad, peleando con esos siete pilotos y entrando a milésimas de Isaac Viñales. Ha sido una gran carrera.

Creo que estos primeros puntos son importantísimos, sobre todo en una categoría tan difícil y disputada como es Moto3. Ana, después de un año tan sacrificado como el que lleva, se lo merece, es una justa recompensa por todo el esfuerzo que está realizando a lo largo de la temporada. Ha estado trabajando mucho por conseguir ese objetivo de los primeros puntos: en el GP de Aragón se quedó muy cerca después de rodar toda la carrera en los puntos, y ahora, en Malaisia, lo ha conseguido. Ana ha demostrado que debe tener un hueco en este campeonato tan exigente, que se merece estar junto a los mejores del mundo, y seguro que esto es sólo un inicio y que continúa manteniéndose rindiendo a un alto nivel. Me alegro mucho por ella. ¡Éste es su gran momento!