Después de tener una deuda prohibitiva, más de 100 millones de euros, sobre todo con las Administraciones, ya saldada, tanto Casado como el vicepresidente ejecutivo Moayad Shatat, dieron un vuelco al club y buscaron un equilibrio entre ingresos y gastos. Al-Thani no volvía a inyectar dinero. ¿Por qué el jeque dejó de invertir? Nadie ha contestado a esas preguntas. A lo mejor sus proyectos no los ha podido realizar. Vean La Academia, por ejemplo. En esta ciudad todo va muy despacio. El metro, la Ciudad Deportiva, etc...

Hay que estarle agradecido al sheikh porque hemos visto jugadores y un entrenador de primer nivel. Y encima la Champions, pero también hay que comentarle que el aficionado no tiene culpa de que los proyectos no salgan o que se haya rodeado de gente que no miraron por el club y todo fue un dispendio. Ahora empieza otra etapa, más austera, quizás de transición, pero esperemos que no haya una desgracia. El Málaga es muy grande y necesita gente competente y sería como los que hay en la actualidad. Casado y Shatat son la cabeza visible. Que lo deportivo no estropee lo económico. El Málaga es un sentimiento. Volveré.