El futbolista invencible y ejemplar

El futbolista invencible y ejemplar

Carlos Gurpegui es un modelo de superación psicológica y física, un espejo en el que se deben mirar los canteranos de Lezama, a los que ya ha impartido charlas sobre sus vivencias. Entre ellos está Rubén Laparra, cadete de su pueblo al que trata como un padre. Si bien el asunto de dopaje llevó a afición y club a cerrar filas en torno a él, a trasladarle todo el cariño y más, al tigre de Andosilla jamás le han regalado nada. Ha recuperado su estatus deportivo por la vía del esfuerzo diario. Es invencible. No le ha derrotado siquiera el quirófano, con once operaciones, varias por partirse la cara literalmente por el Athletic. No podía casi doblar una rodilla con Bielsa y estuvo ahí tirando del carro. El último tajo en su pierna derivó en una infección peliaguda.

Valverde ha tenido claro que aquel pivote que tantas satisfacciones le dio junto a Orbaiz es aún una realidad futbolística. Nadie roba más balones en el campeonato. Impone orden y tiene cierta habilidad para lanzar por la banda a su amigo Iraola, con un pase tocado, sin efectos galácticos. Me sigue emocionando en las ruedas de prensa. Tipos duros como Heynckes y Bielsa lloraron por él.

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