Si Varane se hubiera operado en España, nadie intentaría ahora echar la culpa al cirujano francés que se ocupó de su rodilla derecha (ruptura del menisco externo). Y nadie estaría anunciando, sin tener las correctas informaciones, que el defensa debe volver al quirófano. Siempre la misma historia… Menos mal que Ancelotti ha sido rotundo al ser preguntado ayer sobre este tema. Esperemos que la claridad del entrenador acalle estos rumores que, en definitiva, sólo hacen daño al jugador y al equipo.

El propio Varane no está preocupado por lo que le está pasando. Muestra mucha tranquilidad. Está molesto, por supuesto, porque le gustaría tener más continuidad, pero no tiene nada grave. Sabe que ha salido de una lesión importante, mucho más complicada de lo anunciado en la pasada primavera. No siente dolores pero, de vez en cuando, después del esfuerzo de los partidos, se le hincha la rodilla. Y luego baja la inflamación con el reposo. Por ello se ha decidido que descanse durante unos diez-doce días para ver si desaparece de una vez esta maldita inflamación. Pero Varane no se alarma porque la operación ha sido muy bien realizada y se siente seguro cuando juega. El central sabe que su temporada no peligra.