La Roja, ante el sorteo del Mundial

La Roja, ante el sorteo del Mundial

Sorteo del Mundial. Cuatro bombos, el de los cabezas de serie por ránking FIFA más Brasil, que curiosamente no estaba entre los ocho primeros, y dos condicionantes: en ningún caso tres selecciones europeas ni dos sudamericanas en un mismo grupo. Hay trece europeas, seis sudamericanas, cinco africanas, cuatro de la CONCACAF (Centro y Norteamérica), tres de Asia y una de Oceanía. Para nosotros, la preocupación está en el bombo dos, donde hay alguna bomba. Si te cae y eso coincide con que te caiga también alguno de los fuertes del bombo cuatro, íntegramente europeo, el panorama se nublará.

Lo que más miedo da del bombo dos es Chile, que está en un momento fenomenal, con varios jugadores estrella. Dado que en el primer bombo figuran Brasil, Argentina, Colombia y Uruguay, el único gran peligro americano que nos amenaza desde el bombo es ese. Una combinación de Chile con alguno de los europeos fuertes del bombo cuatro (Portugal, con Cristiano desatado, es un poder, y por ahí andan Holanda, Francia e Italia, siempre temibles) sería una mala combinación. Claro que vamos como campeones, se supone que no hay mucho que temer, pero cuanto más tarde lleguen los problemas, mejor.

Y luego, habrá que fijarse en la envenenada dinámica de cruces. Cuanto más lejos de nuestro camino quede Brasil, mejor. Al local, que le elimine otro, si es que es posible, y desde luego no es fácil, menos aún si se trata de Brasil en su campo. Pero lo que de verdad ocupa en las vísperas de este sorteo, y lo veo a mi alrededor, es cuánto queda de la excelencia de nuestra Selección. Sigue ganando, se ha clasificado bien, es primera en el ránking FIFA, pero tengo la sensación de que el declive ha comenzado. El equipo de no hace mucho no tenía qué temer. Ahora no estoy tan seguro. Pero conforta saber que aún somos el coco del grupo.