No me canso de repetir que Marruecos respira fútbol español. Y no sólo el de primera. Durante estos días, el país vive el Mundial de Clubes con locura. Miles de marroquíes están cumpliendo el sueño de acercarse a Guardiola, de hacerse una foto con Ronaldinho, de hablar en castellano con Thiago y Javi Martínez. Esto es Marruecos.

Para que se hagan una idea, el Atlético de Tetuán jugó en la Liga. Allí, en el norte de Marruecos, las cadenas y radios españolas se pueden ver en los cafés, dónde los aficionados prefieren escuchar la narración en castellano antes que en árabe. El debate callejero de los lunes se centra en la actualidad sobre Barça y Madrid, sin olvidarse de Atlético y Málaga que tuvieron a dos leyendas marroquíes con el mismo apellido: Larbi y Abdullah Ben Barek. En Agadir se vio y en Marrakech se siguen contemplando banderas de los equipos españoles. Y estoy seguro de que Guardiola, Ronaldinho, Thiago y Javi Martínez no echarán de menos el ambiente del fútbol español, porque simplemente lo notarán en Marruecos.

Achraf Ben Ayad, corresponsal Al Jazeera en España