Hace unos días charlé con María José Rienda en un acto de Sierra Nevada, donde la exesquiadora trabaja actualmente como directora deportiva, y con Adrián Rodríguez Huber, especialista de Efe en deportes de invierno. Los tres hicimos un chequeo de las posibilidades de España en los Juegos de Sochi 2014, y los tres coincidimos en que habrá hasta cuatro bazas de medalla: Javier Fernández (patinaje), Carolina Ruiz (esquí alpino), Queralt Castellet (snowboard, half pipe) y Lucas Eguibar (snowboard­cross). “Están ya acostumbrados a competir con los mejores y van a luchar por los podios, otra cosa es que luego salga bien o no, pero van a darlo todo”, me dijo Rienda, la española más laureada en la Copa del Mundo.

Lo normal es que esos cuatro disparos se queden luego en uno o ninguno. Pero lo importante es que España pueda acudir con participantes de cierto nivel, y además en disciplinas variopintas. Rienda sabe mejor que nadie lo caros que son los podios olímpicos: en Turín 2006 llegó como gran favorita en gigante, había ganado las dos pruebas anteriores y venció en la posterior, pero justo aquel 24 de febrero, en Sestriere, la presión pudo con ella y sólo acabó 13ª. También me encontré hace poco con Javier Fernández en un acto del COE y le conté el caso de Rienda. “Bueno, cuando estás en la élite, cualquier cosa puede pasar”, me razonó el patinador. Al hilo de sus palabras: que todo pueda pasar en unos Juegos, a veces ya es mucho.