Raúl derribó la puerta y nadie habló de “protegerle”

Estoy hasta el gorro de ese latiguillo muy extendido y aceptado cuando se abre el debate para hablar de dar entrada a un canterano: “Hay que ir poco a poco con él. No hay que quemarle. Es mejor protegerle para no estropearle...”. A Raúl no le protegió nadie. Con 17 añitos debutó en Zaragoza y casi pone patas arriba La Romareda. La semana siguiente regresó al Madrid C, en Segunda B. Los blancos ganaron 2-0 al Móstoles. Los dos goles, lógico, fueron de Raúl. Valdano se dejó de zarandajas y lo subió al primer equipo. El gran icono del madridismo se lo dijo en un castellano muy castizo: “Jorge, allá tú si no me llevas. Si quieres ganar el partido ya sabes donde estoy...”. El Atleti de D’Alessandro visitaba el Bernabéu. Raúl fue titular. Y marcó un golazo de bandera, tras un pase de Laudrup. Luego metió 322 goles más...

Lo de Jesé es cristalino. Tiene un nivel superior a muchos de sus compañeros. A día de hoy, el canario ofrece más garantías que Di María o Bale. ¿Estoy afirmando que sea mejor futbolista que ellos? No. Hablo de estado de forma, de estado anímico, de estado físico... Jesé ha derribado la puerta, que diría Camacho, a puñetazos. Los que dio en el Camp Nou, en Mestalla, en Doha... Los grandes de Europa le tienen tomada la matrícula desde hace tiempo. Pero él quiso quedarse aquí porque sabe de sus condiciones de superdotado para el fútbol. Puede jugar por la derecha (ahora sería el primer relevo de Bale), de segundo punta (Isco es una máquina, pero no debe dormirse) y de nueve (Benzema, espabila de una vez o te espera el banquillo). No lo digo yo. Lo dice el 81% de la afición. Y esos sí que saben de fútbol...