The FA Cup. La magia de la copa inglesa. La competición más antigua del mundo. Que consigue parar la todopoderosa liga como ocurrió el pasado fin de semana. Que llena los estadios. Con tantísima historia y momentos legendarios. Al que los clubes, entrenadores, aficiones y medios de comunicación dan total prioridad. Eso se dice desde la nostalgia más enternecedora. Pero ya no es para nada así.

Lambert. Lo advirtió Paul Lambert, el preparador del Aston Villa: “No es solo cuestión de dinero, pero sobrevivir en la liga es primordial”. Y se atrevió a más: “Es la naturaleza de este deporte ahora mismo. Si hay alguien que dice lo contrario, no creo que esté contando la verdad”. El sábado, un Villa con muchos suplentes, cayó eliminado ante el Sheffield United.

El espíritu. Hace ya más de una década y media que se habla de la desaparición de la magia de la copa inglesa. Y Lambert no ha hecho más que admitir una verdad que se pretende ocultar. La copa es una distracción: irritante para los que compiten en Europa o por mantener la categoría en sus divisiones, ilusionante para unos cuantos, generalmente de divisiones inferiores. Será interesante el Stevenage-Everton en la próxima ronda. Les separan tres divisiones.

Números. Lo que mantiene algo de la magia son resultados como el del Sheffield United, los recuerdos de partidos memorables, la pompa de la final, el hecho de que los partidos se emitan en abierto. Pero es indudable que ya no es lo que era. Ganar la copa reporta 5 millones de euros. Mantener la categoría, casi 70.

Suplentes. Todo empezó en 2000, cuando el Manchester United, siempre con una gran intuición cuando hay que decidir hacia dónde va el fútbol, no participó en la competición porque querían tener el suficiente descanso para el Mundial de Clubes. Este fin de semana, los equipos de la Premier utilizaron numerosos suplentes, algo impensable hace 20 años.

En francés. Alan Pardew, el entrenador del Newcastle, ha explicado mejor que nadie la decadencia de la copa: “Les he intentado explicar a nuestros jugadores franceses lo que significa la denominada ronda de la copa que acabamos de jugar. Igual es mi francés, pero me da que no han entendido ni una palabra”.