Xabi Alonso se resiente de su lesión timpánica ocurrida en el partido ante el Valencia. El lunes pasado, en el encuentro contra el Celta, tuvo que ser sustituido en el descanso, porque el jugador manifestaba molestias, mareos y cierto grado de inestabilidad, posiblemente provocado por el ruido del ambiente. Una cosa son los entrenamientos donde el ambiente de tranquilidad no genera grandes ruidos y otra muy diferente el ruido ambiental de un estadio como el Santiago Bernabéu. El tímpano es una delgada membrana que separa el oído medio del externo. Sobre él rebotan las ondas sonoras y lo hacen vibrar enviando las señales al cerebro que las interpreta como sonidos. Cuando éste se rompe, no puede vibrar del mismo modo dando lugar a una serie de síntomas que pueden ser muy variados y van a depender del grado de rotura y de si hay afectación también del oído medio e interno. La aparición de acúfenos (zumbidos en los oídos), molestias, sensación de mareo o inestabilidad y perdida de audición, suelen ser los síntomas más comunes en los casos leves.

El jugador tolosarra no se encuentra cómodo y aunque puede entrenarse con cierta normalidad, la intensidad y ruido de los partidos le está afectando a su equilibrio mental, motivo por el cual fue ayer visto por un especialista ajeno al club, quien le realizó audimetría, timpanometría y demás pruebas complementarias para ver si hay lesiones sobreañadidas.