Dos versiones de Bale

En la primera mitad, o Ancelotti no se explicó bien o Bale no comprendió lo que le pedía su entrenador en la charla táctica porque el galés se hizo un lío evidente sobre su posición en el campo. Seguramente ansioso por participar más en la elaboración y estar más en contacto con el balón, el chico corrió mucho y mal. Quiso ocupar demasiado espacio y, en ocasiones, estorbó a sus compañeros en la circulación de la pelota. El Bale del segundo acto, pegadito a la banda, es el que le va a dar muchos goles y asistencias al Real Madrid. Un futbolista con una presencia imponente y con más pegada que participación en el juego.

En carrera, con el balón controlado es imparable y sus pases tensos de exterior son un regalo para cualquier delantero que pise el área. Viene de ser referencia única en el Tottenham, pero en el Madrid su rol es diferente y se tiene que acomodar. Si se ordena tácticamente y pierde ansiedad, en breve, veremos la mejor versión de Bale.