Fabio Coentrao vuelve a pasar examen de calidad. Es su permanente estado vital en el Madrid, desde que llegó hace dos años largos. En cada partido se le escanea con máxima exigencia, quizás porque nunca terminó de calar en la dinámica del equipo. La irregularidad le castiga, aunque cuando se enfunda la camiseta lo da todo en el campo. Ancelotti tira de Coentrao como titular para un compromiso serio en Pamplona, donde Osasuna exigirá al Madrid máxima concentración y gran trabajo físico. La pregunta de oro es si el portugués tendrá energía para jugar a la altura requerida, después de un parón tan prolongado.

Coentrao disfrutará de una oportunidad, la enésima en el Madrid, para remontar el vuelo en una temporada en la que ha estado casi inédito. Llega a tiempo para reforzar esa banda izquierda en la que Marcelo ha perdido gas y le vendrá muy bien la competencia para no acomodarse. Coentrao no aporta tanto como el brasileño en su mejor versión, pero si aprieta los dientes y responde a Ancelotti con un buen trabajo, lo mismo a Marcelo le pone la titularidad más cara. El portugués no ha enamorado nunca al madridismo y lucha cada día con ese handicap. Esta noche en Pamplona tendrá que reivindicarse, una vez más. Y así lleva casi tres años.