Rosell, el caso Neymar y el juez Ruz

Rosell dice que quiere declarar ante el juez... pero según ante cuál. No le gusta Ruz, por madrileño y presunto madridista (según algunas fuentes es socio del Madrid) y arguye que como los papeles se firmaron en Barcelona, el asunto es materia que debe juzgarse en la ciudad, no en la Audiencia. Cases, el socio culé que levantó la liebre, llevó el asunto a la Audiencia por ser una operación internacional. A Rosell ese fantasma del juez madrileño-madridista a cargo del proceso ya le viene bien para enmarañar un poco el asunto, pero al tiempo salen nuevas informaciones que no le favorecen nada.

Porque a las revelaciones de ‘El Mundo’ del lunes se unen las de ‘El Periódico’ de ayer, y ahora se trata de un periódico barcelonés. Y avanza en detalles. Por ejemplo, que en el caso del contrato de 4 millones con el padre del jugador para buscar inversores en Brasil, el que pide la confidencialidad es el Barça. Por cierto: el padre de Neymar cobra dos millones por buscar promesas del Santos, ¡pero vive en Barcelona! Y el Barça paga 7,9 millones al Santos por controlar a tres promesas del club... dos de las cuales terminan contrato el 30 de junio. Cada nuevo detalle que aparece le compromete más.

Esto le viene mal al Barça, pero también a todo el fútbol español, bajo investigación de la Unión Europea. La fe que habíamos pretendido tener en los nuevos controles de la Liga de Fútbol Profesional se destruye ahora, a la vista del ladrillo que les ha colado el Barça por debajo de la puerta. ¿Cómo miraban los papeles, por el dorso? Con Ruz o sin Ruz, en la Audiencia o en el juzgado que sea de Barcelona, Rosell va a tener que explicar esto. Y conste que la cosa no nace en Madrid, sino en la conciencia cívica del ciudadano Cases, farmacéutico de Olesa de Montserrat y socio del Barcelona.