El césped es mejor que la moqueta

La crisis de la moqueta no es la crisis del césped; en el césped están los futbolistas y en la moqueta están los directivos. Esta que vive el Barça es una situación delicada, pero lo es en la superestructura del club; no está claro que traspase al ámbito estrictamentefutbolístico. El terremoto de la semana no ha afectado al juego, se ha disuelto (por lo menos, de momento) en la sonrisa de Bartomeu, en lo que respecta al club; y se ha resuelto en la cancha como es debido, gracias a los futbolistas que visten la camiseta azulgrana. En primer lugar, gracias a Jordi Alba, a Cesc y a Messi. El argentino dio más pases decisivos que Xavi. El 6 celebró con alegría la alegría del graderío. Y Bartomeu sonreía como si le hubieran regalado un sillón azulgrana. Pero ahí lo importante fue el fútbol, el vigor entusiasta de muchos momentos del partido disputado por los futbolistas que acaban de estrenar recientemente presidente.

Se ha repetido estos días que la suposición de la crisis de la moqueta iba a marcar el juego del Barça. Al final no ha sido así: este conjunto de profesionales es un equipo más que notable; ha conseguido importantes logros en la construcción del fútbol, no es justo dudar de ellos, se saben su oficio y anoche llevaron a cabo esa disposición técnica y táctica con un enorme arrojo. Como si no pasara nada. Vi que el técnico Martino hizo la señal de la cruz tocando el césped al empezar el partido ante el Málaga. Pedirá paz, supongo, o fútbol. Por eso toca el césped.