Disfruté con dos partidazos

Después de ver el partidazo de España contra Rusia, pese a perder digo partidazo, porque todo el Central vibró viendo jugar a la Selección a la mano con el ensayo de Matt Cook que nos ponía el triunfo en la mano, reconozco que no esperaba mucho del duelo en París entre Francia e Inglaterra. Los dos equipos llegaban en horas bajas al choque por excelencia del VI Naciones. Pero fue ver a Yoann Huget ensayar en la primera jugada y el cuerpo me pedía ver otro gran partido. Y así fue. Con emoción hasta el final, con los dos equipos jugando un buen rugby, un rugby que enamora al aficionado. Con una Francia que salió a arrasar a los ingleses y así fue. Con Yoann Huget, el mejor jugador de Francia, un señor ala que lo hizo todo bien.

Y cuando nadie daba un duro por Inglaterra, ahí estuvo Danny Care para llevar a sus delanteros a hacer su trabajo, a ganar balones y a jugarlos. Al final todos pensábamos que el XV de la Rosa iba a ganar, pero quedaba una jugada más de Francia, la del ensayo de Fickou que le dio el triunfo a los galos en un enfrentamiento memorable, en uno de los mejores Le Crunch de los últimos años. El ensayo del ala francés fue decisivo, no sólo para ganar el partido, sino para dar crédito a Philippe Saint-André y su equipo, que ahora puede creer en ganarlo todo. Fue el ensayo que le faltó a España en el Central, que completó méritos más que suficientes para ganar a Rusia, pero que le faltó no dejarse hacer tanto daño a sí misma. Fueron dos partidazos.