El Madrid se vio muy agobiado en la primera parte. No funcionaba el sistema. La presión del Athletic, con Ander Herrera, Iturraspe, Muniain y Rico al frente, ahogó a Xabi Alonso, Modric y Di María. La conexión de la medular con la delantera resultaba nula, dando alas a los leones para llevar el mando del partido. La situación era muy difícil para los blancos, que necesitaban dar un paso adelante o se les iría el partido de las manos. Por momentos, el Madrid estuvo contra las cuerdas, sin balón y sin sitio. Ancelotti tenía que dar instrucciones en el descanso y surtieron efecto. A la vuelta, el Madrid dio un golpe de autoridad y le jugó al Athletic de igual a igual, con más energía y contundencia.

Xabi Alonso jugó con fuego en su empeño al bordear la segunda tarjeta amarilla, pero la resurrección trajo consigo el gol de Jesé que calentaría el partido y aún más al Athletic. San Mamés exigía ir a la batalla y el Madrid no se arrugó, aunque le costó a Cristiano irse a la caseta antes de tiempo.

Sin balón

La presión que ejercieron los de Valverde durante la primera parte ahogó al Madrid, que no encontró el balón ni el sitio hasta el descanso.

 Roja a Cristiano

Sin Cristiano y con 1-1 en el marcador, Ancelotti metió a Illarra y a Morata para intentar amarrar el resultado. Al Madrid le tocaba sufrir con uno menos.