Cuando un político promete el cambio en su campaña electoral, lo más sensato es no creerle. Sin embargo, cuando se trata de un entrenador tan legítimo como Ancelotti parece evidente aceptar sus palabras sin temor a ser decepcionado. Carletto dice que esta noche frente al Atlético cambiará su equipo con respecto al partido de Liga que se perdió en el Bernabéu ante los rojiblancos. Es decir, sus hombres, su sistema y la actitud general. Una declaración de intenciones que se verá reflejada en el campo. No hay duda. Porque, como ya he escrito anteriormente, Ancelotti no se aferra a dogmas que te privan de libertad, sino que analiza y efectúa las modificaciones necesarias.

Y porque su positivo balance en el banquillo del Madrid se ha visto manchado por tropiezos significativos frente a los gordos del fútbol español. Las derrotas frente al Barça y al Atleti y los empates con el Athletic y el Villarreal no han tenido efectos irreversibles en el camino de la Liga, pero perturban un poco la imagen exitosa del técnico italiano. De ahí la voluntad de cambio claramente expresada ayer por Carletto. Ha llegado el momento de ganar a todo el mundo, además de seguir jugando bien. Empezando esta noche por el vecino rojiblanco.