Jesé, Teixeira Vitienes I y Aranzubía

Otra vez Jesé bien, otra vez con gol, con golazo. Y eso que en la primera mitad apareció poco. En esa fase el Madrid cargó el juego por la derecha, el lado de Bale, que marcó un bonito gol (castigando una temeridad de Chechu Dorado) y luego le dio otro a Benzema, en limpia jugada de puro extremo derecha. También combinó bien con Carvajal en varias ocasiones. El juego, decía, iba por ese lado y a Jesé se le veía poco. Pero en la segunda mitad fue al revés. Quizá los compañeros vieran a Bale fatigado (siempre lo parece, con sus mejillas rojas), quizá sean sólo cosas que pasan. Pero apareció Jesé.

Y una vez más estuvo magnífico, en lo que hizo y en lo que provocó. Capaz de esfuerzos largos, dinámico, pero con claridad al final de la jugada. Marcó un gol magnífico, colocándola con el exterior como Romario se la colocó a Buyo tras aquella célebre cola de vaca a Alkorta. Esa jugada la finalizó él, en otras buscó a Benzema. Una fue gol, en la otra le hicieron penalti al francés. El Bernabéu se volcó con Jesé mientras en Carrusel nos preguntábamos qué será de él cuando vuelva Cristiano. Ya lo veremos, pero de momento podemos disfrutarlo. Del Bosque ya le tiene apuntado entre los posibles.

Si Jesé fue la noticia del partido de Madrid, la del de Almería fue Teixeira Vitienes I, ese paisano de Sánchez Arminio que lleva años metiendo la pata. Le negó dos penaltis al Atlético en la primera mitad y dejó sin expulsión a Soriano y Barbosa en circunstancias increíbles. Aún así, el Atlético mantuvo cara de ganador hasta el cambio de Diego, que abrió el partido a una notable mejoría del Almería. Lo demás lo puso Aranzubía, que se comió un gol y dio paso a la astracanada final, en la que Teixeira volvió a retratarse. Todo junto dio un 2-0 que, sal en la herida atlética, coloca al Madrid como líder provisional.