Control total atlético

No hubo partido. El Atlético se dosificó cómo y cuándo quiso, marcó los tiempos para ganar y no tuvo que acelerar en exceso. Enfrente, un manso Valladolid que sigue haciendo oposiciones para jugar el año que viene en Segunda. La vuelta a Ponferrada o Sabadell está cada vez más cerca. Si un equipo pierde 2-0 a los cuatro minutos y no es capaz de tirar a puerta, aunque sea en el Calderón, es que tiene un problema grave. En dos chispazos, falta ensayada y galopada de Costa, los del Cholo dieron cuenta de un rival que cuando se quiso despertar ya había perdido el partido.

El Valladolid llegó dormido al Calderón. La situación de los blanquivioletas es muy preocupante por sus números, por su fútbol y por las sensaciones que transmite. Ni en el campo ni en el banquillo aparecen las respuestas que frenen una bola de nieve que no para de crecer. El viernes, ante el Levante, puede ser la última oportunidad para reaccionar.