Seedorf descubre las críticas

El nuevo Milán de Seedorf ha doblado en liga el rendimiento inicial del anterior Milán de Allegri. En los primeros cinco partidos de la segunda vuelta, ha sumado diez puntos con tres victorias, un empate y una derrota, mientras que en la primera vuelta había sumado cinco puntos con esos rivales. Nunca como ahora los números engañan porque, más allá de los resultados, el campo ha demostrado que el Milán de Seedorf no ha mejorado en el juego y, para la mayoría la situación no ha mejorado. Seedorf, elegido directamente por Berlusconi —como no pasaba desde la época de Capello en el lejano 1991— por primera vez descubre las críticas y no las acepta. Se queja porque su nuevo módulo táctico el 4-2-3-1 no convence porque Balotelli aparece demasiado solo mientras que detrás de él Honda, Kaká y Robinho o el nuevo Taarabt parecen fuera de su posición habitual.

Frente al Atlético no estarán los sancionados Montolivo y Muntari, que sería el doble pivote elegido, y no estarán el lesionado Robinho ni Honda, que ya ha jugado la Champions con el CSKA. Kaká no está en la mejor forma, Essien parece un exfutbolista, la defensa encaja goles increíbles y Balotelli quiere a Pazzini, mientras que Seedorf le considera simplemente un suplente. Hay una confusión enorme y el único motivo de esperanza es el famoso ADN europeo del Milán, que muchas veces se transforma, como ya demostró frente al Barcelona. Balotelli nunca juega con sus compañeros, pero de repente marca la diferencia. Pero esto no es un mérito ni de Seedorf ni de cualquier otro entrenador.