A Francia le falta un líder y una idea

En Cardiff no se ven los avants, no se vio uno claro de Bastareaud como el célebre avant de Francia en 2007 contra los All Blacks. Anécdotas aparte, Francia necesita un plan. Si Saint-André va a ser el seleccionador hasta la Copa del Mundo de 2015, su equipo necesita jugar a algo, y si no tiene el balón, y si no puede jugar en campo contrario, sus jugadores necesitan tener un poco de ambición y de amor propio. Además de un plan, lo primero que necesita es un capitán, un líder en el que crean todos los jugadores. Ese líder iba a ser Dusatoir, pero se lesionó antes del torneo. En este equipo falta un jugador, o varios, que guíen a los demás, y en estos momentos Francia no tiene ninguno. El único que demuestra tener algo de personalidad es el ala Huget.

Nadie puede así intimidar a ningún rival. Un equipo no puede ver cómo el capitán, Pascal Papé, comete un golpe de castigo inocente al principio del partido, y además siga protestando al árbitro. Papé no puede ser el líder de un equipo como Francia. No estuvo bien el árbitro echando a Picamoles, pero peor aún estuvieron sus gestos girándose hacia el árbitro en señal de protesta. Ningún jugador de rugby debe hacer eso, y ahí debe de haber un capitán que lo repruebe, aunque de por medio haya habido una provocación clara del pilier Adan Jones. Francia puede perder partidos, pero lo debe hacer dando una imagen de ser sobre todo un equipo. Ayer sus jugadores no estuvieron a la altura, ni en el juego, ni en su comportamiento.