España ha crecido más allá del podio

Los dos oros que encumbraron a Rusia en el medallero y la revalidación del título de hockey hielo de Canadá pusieron el broche a unos Juegos de Sochi que, como en todas estas citas, alzaron a héroes olímpicos, con Ole Einar Bjoerndalen y Marit Bjoergen al frente. Un total de 26 países han subido al podio y entre ellos, como de costumbre, no está España, aunque esta vez acudía con cuatro bazas y una de ellas muy sólida: Javier Fernández.

El deporte español ha alcanzado tal nivel, que todo lo que no sea una medalla se valora como una derrota. Pero yo invitaría a mirar un poco más allá. Superjavi no subió al podio por un error de cálculo en un salto, pero en cuatro años ha progresado del 14º al 4º puesto; Lucas Eguibar no entró en la final porque se tocó con un canadiense, pero ganó tres de las cuatro mangas y tiene 20 años; Queralt Castellet hubiera subido al podio si no hubiera errado en su último aterrizaje... No son excusas. Simplemente, las medallas se juegan en pequeños detalles. Los demás también se caen o se equivocan. Lo que ocurre es que si vas a la guerra con pocas balas, agotas antes la munición. España ha logrado tres plazas top-10 y cinco top-15. No haremos una fiesta por ello, pero eso es un indicador de crecimiento. La cantidad sí ha aumentado esta vez la calidad. Y eso acerca el podio para Pyeongchang 2018.