Novillos o toros en puntas

Hace tres semanas, España era eliminada de la Davis por Alemania. Nuestros jugadores fueron Bautista, Feliciano López, Marrero y Verdasco. No eran los mejores, pero sí quienes quisieron o estuvieron disponibles. De entonces a esta parte se han disputado diversos torneos. Los de Río y Buenos Aires, entre otros. Destaco estos dos por el gran resultado de los tenistas españoles ausentes en la Davis. No sólo Nadal ganó en Río y Ferrer en Buenos Aires. Es que tuvimos tres semifinalistas en ambos torneos, además de seis cuartofinalistas en el torneo brasileño y siete en el argentino, donde Granollers y Marc López también consiguieron la victoria en dobles. Quienes nos defendieron en la Davis no acudieron, por cierto, a estos torneos.

Apuntarse a los torneos ATP 250 o 500 es muy cómodo, porque apenas existe responsabilidad. Para eso uno siempre está dispuesto. Poca gente habrá pendiente de lo que hagan Ferrer, Robredo o Almagro, por poner un ejemplo. Pero si juegan la Davis, y además fuera de casa, ¡ay, amigo!, la cosa se pone fea, y encima se siente la presión de España entera. Es como torear novillos arreglados en una plaza de segunda o enfrentarse en Las Ventas a corridas en puntas, con cuajo y trapío. El trago que lo pasen otros. Además, por ahí fuera se hace “clin-clin, caja”, más fácilmente. Nuestros jugadores se repartieron 873.885 dólares entre Buenos Aires y Río, y algunos siguen la gira por Sao Paulo y México. Pues a seguir sumando, que ya no hay Davis hasta septiembre.