Ancelotti, los guiños y los puntos

Ancelotti salió malhumorado del derbi, e hizo una declaración sobre violencia que no le cuadra. El partido fue duro, pero no malvado, y los jugadores salieron en paz. Da la impresión de que algo le corroía por dentro. Quizá la sensación de haber deshecho de nuevo la impresión de superioridad que el Madrid había dado ante el Atlético en la Copa. O quizá la oportunidad perdida de haber descartado al Atlético como rival directo en la Liga. El Atlético tiene tres puntos menos, pero ventaja en el ‘goal average’. La mayoría del madridismo, y me figuro que también Ancelotti, esperaba más de este partido.

A Ancelotti le acusaban muchos de dos cosas: de los laterales y de Diego López. Escogió los laterales defensivos y su propia rectificación más el hecho de que el Madrid mejorara con el cambio, hizo más visible el caso. Yo entendí a Ancelotti más desde el lado de los guiños, que tanto le gusta propiciar, que del de la supuesta mayor aptitud defensiva de los elegidos. Arbeloa acaba de quedar fuera de la Selección, era hora de confortarle; en cuanto a Coentrao, Ancelotti intenta, con él como con todos, tenerle enchufado. Quiere dos por puesto, no deja salir a nadie y es solícito con los que están tristes o revueltos.

El problema es que Carvajal y Marcelo son mejores y que el Madrid no ganó el partido y hasta arriesgó perderlo. Eso cuestiona el sistema de guiños de Ancelotti, positivo por otra parte. Mejor tener veintidós enchufados que once. En cuanto a Diego López, ya saben que la principal premisa es la que no se menciona: es un guiño al presidente. Algún castigo tenía que sufrir Casillas por chafarle el proyecto Mourinho. Pero Ancelotti sí le saca en la Champions (con las cosas de comer no se juega) y eso va minando la confianza de Diego López, buen portero, sí, pero que regaló un gol de dos puntos.