Es difícil jugar de nueve en este equipo

España estrenó delantero centro, pero volvió a ganar 1-0 con las características de siempre: mando, control, estilo, picardía en la media punta pero cierta palidez de remate. El veterano y querido Buffon no tuvo que emplearse mucho, incluso digamos que pudo estar mejor en el gol, conseguido por el infalible Pedro. España ganó el partido por ese único gol y desde luego que mereció ganarlo y que jamás estuvo en riesgo de no conseguirlo. Pero de nuevo quedó esa tenue sensación de falta de contundencia, de equipo que canta nanas pero que no sacude al rival. Ni con Diego Costa.

Y no podemos culparle, desde luego. Es un excelente jugador y está en plena forma, como vimos hace cuatro días ante el Madrid. Sólo que a este equipo le cuesta encontrar al delantero centro, y eso es algo que han sufrido muchos antes que él. Torres es el que mejor se ha apañado, Villa se las buscó por la banda, Soldado, Llorente, Negredo y hasta Michu han hecho lo que han podido. Y muchas veces ha sido bastante. Se mueven, cambian la posición de los defensas, abren el panorama para los que llegan de atrás. Pero apenas les llegan balones. Es difícil jugar de delantero centro en este equipo,

De ahí las dudas. De ahí la solución del Cesc como nueve escaqueado, modelo que tantos grandes equipos adoptaron antes. La excelencia del toque en la media punta (magníficos Iniesta y Silva ayer, pena que sólo coincidieron un ratito) trae aparejado eso: el gol llega de atrás o de una banda. Llega poco, como con cuentagotas, pero llega. No lo marcó Diego Costa, pero llegó y bastó para ganar por 1-0, como tantos partidos de la Copa del Mundo. Y pudimos apagar la tele ‘contentos, aunque sin presumir’ como diría Luis Aragonés, en cuyo homenaje, caray, La Roja debería haber vestido ayer de rojo.