Tiqui Iniesta y taca Pedro

España jugó bien. Casi siempre juega bien La Roja. Thiago hizo de Xavi demostrando que era el ideal para ser el heredero de Xavi también en el Barça, pero sólo tomará su relevo en la Selección si mantiene su estratosférico nivel en el Bayern de Guardiola. A Diego Costa le pasó lo que a todos los nueves les suele pasar en este equipazo: le faltó espacio para desarrollar su zancada y no pudo agitar el tiqui-taca como se esperaba de él. Se ofreció, lo intentó, bregó y Del Bosque le aguantó a ver si marcaba en su debut. Pero la lata de esta Italia desconocida, por nombres y por ausencia de catenaccio, se abrió cuando Iniesta cambió de tercera a cuarta.

Enganchó el balón Andresito casi en su área, salió triangulando y se marcó un eslalon vertiginoso, asistió de tacón a Silva (España mejoró con el canario) y el rechace lo enganchó Pedro. El tiqui fue de Iniesta y el taca lo puso Pedro, ese goleador eléctrico de La Roja, cuya suplencia en el Barça no es justa.