Casillas mantiene la cordura

A Iker no le gusta lo que le pasa, pero no por ello va a ser desconsiderado con sus compañeros. No lo ha sido nunca. Ni con Diego López, ni tampoco en el poco tiempo que Adán le sirvió a Mourinho de misil tierra aire. Contra su situación a lo mejor sí le habría venido bien un grito a tiempo. Pero no lo hizo y sus enemigos aprovecharon su silencio para adjudicarle una fama que no se merece y que no se ajusta a la realidad. Curiosamente, esas filtraciones que tanto les alarmaban cesaron en junio del año pasado y no es Iker el que se fue del Madrid.

A Casillas le aburre su propio debate, entre otras cosas porque no conduce a ninguna parte. A Ancelotti le disgustan mucho las críticas a Diego López que, a su vez, se protege del ruido aislándose de todo lo que se dice o escribe. Lo de alternar porteros al revés, ya que por la importancia de las competiciones no queda claro quién es primero y segundo, no le convence a nadie. Es un barullo en el que se metió Ancelotti y que tiene en jaque a sus guardametas. También a Iker, que ha vuelto a estar elegante y digno. Resignado a una situación que es un disparate. Nosotros sí podemos decirlo.