Una reflexión sobre Cristiano y Messi

Alguien muy próximo a Cristiano me decía insistentemente estos años que Cristiano era mucho mejor que Messi. Yo se lo discutía. Él me argumentaba que Messi jugaba rodeado del gran Barça, en cierto modo la selección campeona del mundo, o lo más parecido a ella. Y que Cristiano jugaba en medio de un desorden, y que aún así marcaba de cincuenta goles para arriba por curso. Que si Cristiano jugara en el Barça marcaría cien goles. Yo solía refutarle que si Cristiano jugara en el Barça el fútbol de ese equipo no sería el mismo y que no podíamos estar seguros de lo que pasaría. Y así solíamos quedar.

Bueno, pues uno de estos días voy a llamarle, para decirle que sospecho que quizá llevara razón. Ahora que el Barça se cae, Messi no lo sostiene. Ni siquiera es el máximo goleador del equipo, lo es Alexis, con un gol más. Él a su vez lleva dos más que Pedro. Es verdad que ha faltado a bastantes partidos, pero también los otros, y en todo caso la sensación es que, desaparecido el gran funcionamiento del Barça, Messi se queda en un jugador estupendo, de maniobras geniales, pero al que nadie auguraría 91 goles en un año. Tampoco en Argentina ha llegado nunca a ser lo que fue en el gran Barça.

Y sin embargo, Cristiano ha estado ahí, cuando el Madrid ha sido un lío, cuando ha andado medio bien y cuando anda francamente bien, como es el caso ahora. Solemos hablar de la ‘BBC’, pero es más ‘C’ que ‘BB’: él lleva más goles que los otros dos juntos, ojo al dato. Y por mal que haya marchado el Madrid, y ha tenido algún añito que para qué recordarlo, él ha tirado del carro cada tarde y cada noche y ha entregado su tarjeta final de 50 goles. Y a Portugal la metió en el Mundial, aquella noche tan emocionante en Suecia. Sí, mirado con perspectiva, empiezo a pensar que aquel amigo quizá tuviera razón.